En este cálido 24 de agosto, mientras disfrutaba de un paseo junto a mi fiel amigo Tommy, quede sumida en profundas reflexiones. La tarde calurosa creó un entorno tranquilo para mis pensamientos. Tommy corría feliz a mi lado, su alegría contagiosa llenaba de júbilo el momento. Verlo disfrutar siempre es un regalo que me llena de gozo. En medio de esta escena, mi mente se adentra en exploraciones internas.Reflexioné sobre el mundo interior que todos cargamos, un espacio complejo y misterioso. He llegado a creer firmemente que este mundo interior influye poderosamente en cómo interpretamos el mundo exterior. Emociones y pensamientos moldean nuestra percepción, lo que nos lleva a crear nuestra realidad única. La realidad exterior es solo una parte pequeña del panorama total. A veces, considero que nuestra percepción se limita a los sentidos. Esta dualidad entre cuerpo y esencia me intrigó; como si hubiera dimensiones inexploradas. Otra certeza se afirmó: nuestras decisiones internas impactan en el mundo exterior. La interconexión entre lo interno y externo es aún más profunda. Considere haber perdonado en gran medida; No deseo el resentimiento en mi vida. No quiero ser gobernado por un sentimiento que puede enfermar y que se incrusta en nuestra humanidad.Reconozco que cada individuo es producto de su propio mundo interno. Si el caos o el sufrimiento reinan internamente,cualquier influencia externa puede moldearnos profundamente. He asimilado muchas enseñanzas, pero quizás queden rincones por sanar, aspectos sin resolver,reconozco vicios persistentes y patrones que no puedo abandonar. Mi ánimo no es melancólico; ha sido un año gratificante con metas cumplidas. Sin embargo, en las profundidades persiste esa voz interior, reflexionando incansablemente sobre pasado, presente y futuro. De esas reflexiones surgen conclusiones que podrían parecer extravagantes para algunos.Tengo la certeza de poseer una fuerza interna muy poderosa. Creo que la afirmacion que oigo siempre, de que nadie es perfecto, es una gran mentira, cada aspecto del mundo encaja precisamente. Lo que configura mi mundo exterior es mi creación, y espero que evolucionará hacia lo positivo. Siempre nos dirigimos hacia un futuro mejor. Estas reflexiones, simples pero trascendentales, son faros que iluminan mi camino, guiándome hacia un porvenir lleno de promesas y nuevas comprensiones.
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